El oro tiene una composición química inalterable por lo que hace muy difícil que se oxide; este tipo de metales es uno de los más nobles y valiosos que existen gracias a esta propiedad.
En el siguiente artículo, explicaremos por qué el oro no se oxida, cómo deben cuidarse las joyas fabricadas en este metal y qué otros metales de característica similar existen.
¿El oro se puede oxidar?
Una de las características que hacen del oro un metal muy valioso es su incapacidad de oxidación, sin embargo, los metales con los que se realiza su aleación pueden ocasionarle algunas modificaciones y reaccionar al ambiente.
Por otra parte, la oxidación que se observa muchas veces en nuestras joyas, no es óxido en sí mismo sino que es el desgaste al que está expuesto cualquier metal de cualquier índole.
Esto puede suceder como una reacción ante la presencia de productos químicos, aceites naturales de la piel, perfumes, sudor, humedad, calor y otros elementos que entran en contacto con la pieza.
Sin embargo, este cambio es superficial y generalmente se puede eliminar con limpieza y pulido adecuados.
Por ende, el oro no puede oxidarse ni aunque esté expuesto en condiciones adversas en comparación con otros metales.
¿Qué pasa si mojo una pieza de oro?
Si una pieza de oro se moja no le sucede nada ya que no se oxidará y esto no afectará su composición ya que es un metal que resiste a la gran mayoría de los químicos que pueden alterarlo además de ser estable en sí mismo.
¿Cómo limpiar y cuidar correctamente una joya de oro?
Como se explicó anteriormente, el oro resiste a condiciones adversas y a toda clase de exposiciones químicas, sin embargo, como cualquier pieza de joyería puede perder brillo o ensuciarse.
Si sus joyas han perdido lustre, puede lavarlas con jabón neutro utilizando un cepillo de dientes para remover las impurezas y, de esta manera, recuperar el brillo. Luego debe secarlas con un paño y en lo posible, guardarlas por separado en un joyero.
Es importante que la joyería de oro se mantenga limpia y con brillo de este modo se conservarán por mucho tiempo además de mantener su valor en el mercado.
¿Cuáles son otros materiales de joyería que no se oxidan?
Acero inoxidable
Uno de los metales más nobles y utilizados para fabricar piezas de joyería, es el acero inoxidable.
Sus propiedades anticorrosivas lo posicionan como uno de los mejores metales debido a su versatilidad y lo económico que pueden resultar la joyería hecha con este además de lograr elementos de calidad.
El acero inoxidable es uno de los metales elegidos para la joyería ya que resiste a la corrosión y por lo tanto, no se oxida en tanto no esté expuesto a factores adversos extremos aunque también la pieza mantendrá su calidad si se cuida correctamente.
Este metal se usa en la joyería de uso diario ya que uno de los elementos que lo componen es el óxido de cromo que resulta del cromo en contacto con el oxígeno. Gracias a este componente el acero inoxidable se mantiene inalterable bajo ciertos factores externos que puedan dañarlo.
Titanio Grado Implante
Otro de los metales que se utilizan en la actualidad es el Titanio Grado Implante y su nombre se debe a que, no solo se puede fabricar joyería de alta calidad sino también se utiliza para piercings y perforaciones ya que su composición es biocompatible. Esto se debe a que no se oxida por lo que lo convierte en un material que perdura en el tiempo.
Además del acero inoxidable y del Titanio Grado Implante hay una gran variedad de otros metales que son inoxidables como el oro, el platino, la plata 925, entre otros.
Lo que hace de estos metales los más nobles para la fabricación de joyas es que toleran la abrasión de los químicos a los que son expuestos por lo que es casi imposible que se corroan. Esto sucede porque son metales que no reaccionan, por lo que es muy difícil que su composición se viera alterada por factores externos.
En definitiva, el oro es un metal excepcionalmente valioso gracias a su resistencia a la oxidación, lo que lo distingue como una opción duradera para la fabricación de joyas. Aunque las joyas de oro pueden experimentar cambios leves debido a la interacción con otros elementos, este metal no se corroe.
Además del oro, tanto el acero inoxidable y el Titanio Grado Implante también comparten esta cualidad resistente a la corrosión.
En un mundo donde la durabilidad y el brillo son esenciales, estos metales inoxidables demuestran ser la elección ideal para joyas que perduran y mantienen su encanto a lo largo de los años.